Luces amarillas sobrenaturales
decoran el viento nocturno
las calles solitarias
se entrelazan
en mi visión etílica del mundo
Pateada por la bota del imbécil
huyo aireando mis rencores
y vomito por la ventana de un taxi
sapos, culebras y pesadillas
me voy y no volveré
Un intento de callarme a la fuerza
se apodera de la mano del taxista
no lo dejo, nunca más
y mi vida juega a la ruleta
pero no tengo miedo
El miedo viene luego
y las lágrimas
y los lamentos
El miedo viene luego
y la certeza
y el sufrimiento
El miedo viene luego
me voy y no volveré
la tristeza
hasta luego
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